Un postgrado para proporcionar el conocimiento de lo hecho por quienes nos han precedido — José Manuel Pozo

José Manuel Pozo. Responsable del Area de Humanidades del Postgrado de la Fundación Arquitectura y Sociedad

Es conocida la anécdota, que aun hoy produce cierta impresión, de la postal que Gropius escribió desde Kioto a Le Corbusier la primera vez que viajó a Japón y pudo visitar el Palacio de Katsura; en la que le decía

“Dear Corbu, all what we have been fighting for has its parallel in old Japanese culture. This rock garden of Zen-monks in the 13th century – stones and raked white pebbles – an elating spot of peace. You would be as excited as I am in this 2000 year old space of cultural wisdom! The Japanese house is the best and most modern I know of and truly prefabricated.
Hoping you are well.
Greetings to you and Mme
Yours Gropius”.

“Querido Corbu, todo aquello por lo que hemos luchado está reflejado en la vieja arquitectura japonesa. Este jardín de piedra de los monjes Zen del siglo XIII –piedras y guijarros blancos rastrillados– es un estimulante lugar de paz. ¡Estarías tan emocionado como yo en este espacio de sabiduría con 2000 años de antigüedad! La casa japonesa es la mejor y más moderna que conozco verdaderamente prefabricada.
Espero que estés bien.
Saludos a ti y a tu mujer.
Tuyo, Gropius”

No es Gropius el primero que descubre que podría haber avanzado mucho más deprisa de haber podido conocer los hitos precedentes de la historia; ya que, según él decía a Le Corbusier, escondida en aquel legado bimilenario había identificado la más rotunda modernidad.

Pues bien, si el Postgrado de la Fundación Arquitectura y Sociedad aspira a que los que lo cursen puedan después dar, en la sociedad actual, la mejor respuesta posible que permita su capacidad, y que la sociedad anhela, es por lo que intentaremos proporcionar el conocimiento de lo hecho por quienes nos han precedido, para, como se le atribuye haber dicho a Newton, llegar mucho mas lejos a hombros de gigantes.

Descubrir y conocer la historia, y aprender a servirse de su legado, es necesario para construir un futuro que no desmerezca del pasado.

Porque somos parte de la historia y, como apuntó muy bien Mies van der Rohe, no podemos pretender inventar una arquitectura nueva cada lunes.

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